
¿Te podría venir bien en tus preparaciones tener fosfato tricálcico? Nosotros creemos que sí, y por eso hoy hemos preparado este artículo, con toda la información que necesitas saber sobre este producto tan útil.
El fosfato tricálcico (o TCP) es un compuesto químico inorgánico formado por calcio y fósforo, dos minerales esenciales para el cuerpo humano y también para varias aplicaciones industriales.
Su fórmula química es Ca3(PO4)2, y se presenta como un polvo blanco, inodoro, casi insoluble en agua pero soluble en ácidos. Este producto es muy estable y se produce a partir de la reacción entre ácido fosfórico de alta pureza y fuentes de calcio aptas para el consumo alimentario.
En el ámbito alimentario, el fosfato tricálcico cumple dos funciones principales:
Aditivo alimentario: Registrado como E341(iii), se emplea para mejorar la calidad y consistencia de los alimentos procesados, actuando como antiaglutinante, regulador de pH y estabilizante.
Suplemento nutricional: Se utiliza para fortificar alimentos como cereales, panes y productos lácteos, aportando una fuente concentrada de calcio.
Una vez aclarado esto, vamos a explorar un poco más este producto, resolviendo primero una pregunta muy habitual:
El fosfato tricálcico actúa como un estabilizante en productos lácteos, evitando que los componentes líquidos y sólidos se separen.
También puede utilizarse para regular el pH y mejorar la textura, sobre todo en quesos o bebidas lácteas fortificada (productos procesados).
¿Quieres saber más sobre la utilidad de este producto fuera del sector lácteo?, pues sigue leyendo…
Si estás buscando un aditivo alimentario de alta calidad, nuestro fosfato tricálcico es la elección perfecta.
Sus propiedades como antiaglutinante, estabilizante y regulador de pH lo convierten en un ingrediente esencial para mejorar la calidad de tus preparaciones. Además de sus usos con productos lácteos, también queremos destacar estos:
El fosfato tricálcico actúa como un antiapelmazante, evitando la formación de grumos en alimentos en polvo como es precisamente el caso de la leche en polvo, preparados proteicos y especias. Esto hará que puedas mezclarlos con más facilidad.
Este aditivo ayuda a mantener el equilibrio del pH en productos como quesos fundidos, salsas y postres lácteos. Mejora la textura, además de la estabilidad.
Como ya comentábamos al inicio, uno de sus usos más útiles puede ser el de fortalecer el aporte de calcio y fósforo en cereales, panes, bebidas enriquecidas, lácteos, etc. Con ese "extra", se pueden crear líneas de productos específicos más fáciles de vender para ciertos públicos.
En panes, polvos para hornear y dulces, el fosfato tricálcico puede ser útil para conseguir que haya una textura homogénea del producto y que este se desarrolle mejor en el horno.
En la industria cárnica, este compuesto es útil (como ya has visto) para mejorar la estabilidad de los productos y prevenir la separación de líquidos.
En alimentos congelados, es útil para mantener la estructura del producto al descongelarse.
Este aditivo es ideal para premezclas de micronutrientes y preparados alimenticios en polvo, ya que aporta calcio y fósforo esenciales sin alterar el sabor del producto.
Sí, el TCP también se usa de manera directa como suplemento, normalmente en aquellos que están pensados para reforzar la salud ósea y metabólica (propiedades del calcio y el fósforo).
De hecho, queremos resaltar que este compuesto es bien absorbido por el organismo, sobre todo cuando se combina con vitamina D.
Tal vez en una proporción menor, hemos visto a fabricantes usar este compuesto en néctares, batidos, salsas y aceitunas, donde actúa como estabilizante, o para mejorar su consistencia.
Como has visto, el fosfato tricálcico te ayuda a conseguir preparaciones de calidad y te puede aportar beneficios tanto operativos como nutricionales. Aquí te dejamos algunos puntos clave que cualquier fabricante debería de tener en cuenta:
Integración y estabilidad: Al presentarse en forma de polvo fino, se incorpora sin problema en casi cualquier fórmula. Su acción como antiaglutinante y estabilizante evita que se formen grumos o se separe la mezcla, lo que mejora la textura final del producto.
Aporte nutricional: Su elevado contenido en calcio y fósforo lo hace ideal para fortificar alimentos. Recuerda que es recomendable combinarlo con vitamina D para mejorar la absorción.
Optimización del proceso: Gracias a su capacidad para regular el pH, facilita la elaboración de productos y mejora su conservación.
Seguridad alimentaria: No te fíes de cualquier producto a la hora de elaborar alimentos. En este caso, al estar reconocido como aditivo alimentario (E341(iii)), su uso se ajusta a las normativas vigentes. Es seguro y fiable.
¿Qué te ha parecido este compuesto? Esperamos que consigas grandes resultados con tus productos, y recuerda que puedes preguntarnos si te quedan dudas sobre esta o cualquier otra opción.