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Antiaglomerantes: qué son y su importancia en alimentación

Antiaglomerantes: qué son y su importancia en alimentación

En el sector de la alimentación hay productos que se usan muy a menudo, y hoy nos toca hablar sobre el antiaglomerante, un tipo de compuesto sobre el que nos habéis trasladado muchas preguntas. Dado que llevamos tantos años distribuyéndolo, creemos interesante crear esta pequeña guía, resolviendo todas las dudas.

Empecemos por definirlo bien.

¿Qué son los antiaglomerantes?

Los antiaglomerantes, también conocidos como agentes antiapelmazantes o anticompactantes, son sustancias que se añaden a productos en polvo o gránulos para evitar que se formen grumos o apelmazamientos.

Esto sucede, sobre todo, en condiciones de almacenamiento prolongado o ambientes húmedos, donde las partículas tienden a agruparse. Si se deja que esto pase, el producto perderá fluidez y homogeneidad.

Técnicamente hablando, los antiaglomerantes actúan como una barrera entre las partículas, recubriéndolas con una capa protectora que reduce las fuerzas de atracción electrostática y la absorción de humedad.

Esto ayuda a que la textura y conservación del alimento sean mejores, además de hacerlo más fácil de gestionar por parte de los fabricantes durante su procesado.

Un ejemplo muy conocido en la industria alimentaria es el ferrocianuro potásico, un antiaglomerante clasificado como E536 que ofrecemos en nuestra tienda con certificado de aditivo alimentario.

Este compuesto, que se presenta en forma de cristales amarillos brillantes, es soluble en agua y es muy usado en productos como la sal.

En nuestra tienda contamos con un buen catálogo de estos productos. En las siguientes secciones seguiremos resolviendo algunas dudas comunes y te ayudaremos a encontrar lo que buscas.

¿Qué antiaglomerante es natural?

Entendemos que te interesa saber cuáles son los compuestos de antiaglomerantes menos "artificiales", tal vez porque te interesa aportarle a tus clientes un producto con los ingredientes más naturales posibles.

Optar por antiaglomerantes de origen mineral mejora la percepción del consumidor sobre tus productos, además de darte los beneficios de este producto. De hecho, su inclusión en etiquetas con mensajes como "ingredientes naturales" puede ser un valor añadido que destaque en un mercado cada vez más competitivo.

Estos son los dos productos que contamos en Vadefood que consideramos de origen más natural:

Carbonato de calcio (E170i)

El carbonato de calcio es uno de los antiaglomerantes más versátiles y utilizados en la industria alimentaria, sobre todo en productos como la sal de mesa. Este compuesto mineral se obtiene de fuentes naturales como la calcita o el mármol. Además, aporta beneficios adicionales como mejorar la textura y facilitar la dosificación de los alimentos.

Carbonato de magnesio (E504i)

Otro ejemplo destacado es el carbonato de magnesio, disponible en sus variantes densa y ligera, proviene de minerales y es un polvo blanco más fino o granular, según la densidad. Se emplea sobre todo en especias, sal o mezclas alimentarias.

En Vadefood, disponemos de ambas variantes para que encuentres la que mejor se ajuste a tus necesidades de fabricación.

Pero eso no es todo, porque contamos con varios productos más que vale la pena mencionar.

Otros antiaglomerantes de Vadefood

A continuación, te presentamos otros antiaglomerantes esenciales para el sector alimentario, disponibles en nuestro catálogo:

Bicarbonato amónico alimentario (E503ii)

El bicarbonato amónico es un compuesto inorgánico que se presenta como un polvo cristalino blanco. Es un aditivo alimentario con muchas aplicaciones (entre ellas, la de antiaglomerante), además de ser impulsor o gasificante y regulador de pH.

Una de sus ventajas clave es que, al calentarse a 60 °C, se descompone sin dejar residuos que alteren el sabor de los alimentos. Es ideal para fabricantes de galletas, pasteles y otros productos de panadería que requieren una textura ligera pero uniforme.

Bicarbonato sódico alimentario (E500ii)

El bicarbonato sódico es uno de los antiaglomerantes más comunes en la industria alimentaria. Es biodegradable, altamente soluble en agua y muy eficiente en la prevención de grumos. Ideal en panadería, confitería y alimentos en polvo.

Bicarbonato potásico alimentario (E501ii)

El bicarbonato potásico es una gran alternativa al bicarbonato sódico, ya que reduce el contenido de sodio en las recetas sin sacrificar la calidad ni el sabor. Se usa como antiaglomerante y gasificante en productos horneados y efervescentes.

Es un aliado para quienes buscan desarrollar productos más saludables y bajos en sodio.

Carbonato amónico alimentario (E503i)

El carbonato amónico es otro antiaglomerante muy valorado en la industria. Funciona también como agente gasificante y regulador de acidez, lo que lo convierte en una opción muy útil para fabricantes que puedan beneficiarse de esas propiedades al aplicar el producto.

Carbonato potásico alimentario (E501i)

El carbonato potásico es una solución versátil para la alimentación. Además de ser un antiaglomerante, se usa como levadura y corrector de acidez en panadería, pastelería y confitería.

Carbonato sódico (E500i)

En Vadefood ofrecemos tanto el carbonato sódico denso como el ligero:

  • Denso: Conocido como soda calcinada, también es útil como corrector de acidez o como agente de limpieza en entornos alimentarios.

  • Ligero: Ideal para regular el pH y prevenir la formación de grumos en productos secos.

Talco alimentario (E553b)

El talco alimentario es el mejor para las sustancias pulverulentas, ya que las protege durante el almacenamiento. Se obtiene a partir de minerales naturales como el cuarzo o la arena, aunque también existe una variante sintética.

¿Qué te parecen los antiaglomerantes con los que contamos en Vadefood? Recuerda que puedes contactar con nosotros si necesitas saber algo más antes de elegir el tuyo. ¡Mucho ánimo con esa preparación!

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