Cultivo de aceitunas de mesa o aceite, paso a paso

¿Cómo funciona el cultivo de aceitunas? Nosotros en Vadecultivo queremos darte toda la información que necesitas saber para que puedas disfrutar de esta experiencia en tu propio huerto, ¡consigue crear tu propio aceite de oliva!

Recuerda que en todo este proceso te ayudarán mucho nuestros productos agroquímicos para olivos.

7 pasos para cultivar aceitunas en tu huerto

Si sueñas con recoger tus propias aceitunas y, quién sabe, hasta animarte a hacer tu aceite casero, necesitas tener claro qué pasos dar para que tu olivo crezca fuerte y saludable.

Aquí tienes los pasos básicos que debes seguir desde la elección inicial hasta justo antes de la recolección.

1. Escoge bien la variedad de olivo

Selecciona una variedad que encaje bien en tu región.

Las aceitunas suelen dividirse en dos grandes grupos: las que se usan para comer directamente (como la Manzanilla o la Gordal) y las que se destinan a hacer aceite (como la Picual o la Arbequina).

Antes de decidirte, infórmate bien sobre el clima de tu zona. Los olivos aguantan muy bien la sequía por regla general, pero te recomendamos mirarlo bien. Dos ejemplos:

Si vives en una zona fría o con heladas frecuentes, evita variedades más sensibles como la Arbequina o la Empeltre, y apuesta por variedades más resistentes al frío, como la Picual o la Cornicabra.

Si estás en un clima cálido y seco, puedes optar por variedades como la Hojiblanca o la Lechín, que son todavía más resistentes a la sequía.

Ten en cuenta que cada variedad tiene sus peculiaridades: algunas dan más aceite, otras son más aromáticas, y otras son perfectas para la mesa.

Si te decides por una variedad como la Gordal o la Manzanilla para mesa, recuerda que necesitarás prestar más atención a posibles plagas, como la mosca del olivo, ya que son algo más sensibles.

2. Prepara bien el suelo

El olivo no es demasiado exigente, pero sí necesita un suelo con buen drenaje para evitar encharcamientos.

Retira piedras, raíces y malas hierbas. Si el terreno es pobre, puedes enriquecerlo con algo de materia orgánica, como compost o estiércol bien maduro.

Si tienes dudas sobre el estado de tu suelo, una buena práctica es ajustar el pH (debe estar entre 6 y 8). En terrenos ácidos, añadir un poco de bórax puede ayudar a mejorar la salud del olivo, ya que aporta boro, un nutriente clave para el desarrollo del árbol y que lo puede proteger de las plagas.

3. Planta tus olivos

El mejor momento para plantar tu olivo es en otoño (octubre-noviembre) o al final del invierno (febrero-marzo), ya que tienes que evitar las épocas de heladas. Si plantas en maceta, elige un recipiente grande y profundo para que las raíces puedan crecer.

Deja espacio suficiente entre los árboles (si pones varios), unos 5-7 metros, para que no compitan entre sí por el agua y la luz.

4. Riega, aunque sin pasarte

Ya te hemos dejado claro que el olivo es bastante resistente, pero durante los primeros años necesita un riego regular, sobre todo en primavera y verano.

Si notas que las hojas se arrugan o caen, es señal de que le falta agua. Cuando el árbol ya está bien establecido, puedes espaciar más los riegos, sobre todo si vives en una zona con lluvias ocasionales.

¿Nuestro consejo? Lo más recomendable es utilizar sistemas de riego por goteo.

5. Abona para darle fuerza

Aplica abono orgánico a final del invierno y, si quieres un empujón extra para las aceitunas, puedes usar boro líquido en primavera: ayuda a la floración y al cuajado de los frutos. Puedes dárselo por aplicación foliar, corrigiendo deficiencias concretas.

6. Podar es importante

Muchas personas se olvidan de la importancia de podar, y eso puede ser fatal.

Una vez al año, a finales de invierno si puede ser, elimina las ramas secas o que se cruzan demasiado. Así ayudas a que entre la luz y el aire, evitando enfermedades y mejorando la producción.

Esto ayudará a que el olivo siga estando sano y sea productivo cuando toque.

¿Por qué a finales de invierno?, porque es cuando está a punto de empezar la floración.

7. Controla plagas y enfermedades

Ya lo hemos adelantado antes, pero necesitas proteger el olivo. Ya, sí, es "resistente", pero no inmune a las plagas.

Si ves hojas amarillas, manchas o bichitos, actúa cuanto antes.

Una solución eficaz para prevenir infecciones bacterianas y fúngicas es el uso moderado de agua oxigenada diluida, que además es respetuosa con el entorno de tu huerto.

Siguiendo estos pasos, lograrás que tus olivos crezcan sanos y produzcan aceitunas de calidad para que pronto puedas disfrutar de tu propio aceite casero.

Hablando de esto… ¿qué hay de la recolección? Lo veremos en nuestro siguiente artículo sobre la recogida de la aceituna.

¿Tienes ya claro cómo vas a hacer tu cultivo de aceitunas? Esperamos haber resuelto gran parte de tus dudas. Recuerda que tienes nuestra tienda para ayudarte a conseguir mejores resultados, y puedes preguntarnos si sigues necesitando asesoramiento sobre qué comprar.