
Si estás entre usar unos u otros, te vendrá muy bien que te hablemos sobre las diferencias entre conservantes y antioxidantes, porque no, no son lo mismo.
Para empezar a explorar las posibilidades de ambos casos, en la tienda de Vadefood encontrarás dos categorías bien diferenciadas con 3 ejemplos de productos, cada uno:
Veamos ahora las diferencias a nivel general entre ambos tipos de aditivos alimentarios, una por una:
¿Qué función tienen al añadirse a preparaciones?, vemos cada uno por separado:
Los conservantes se utilizan para evitar el crecimiento de microorganismos no deseados en los alimentos, como bacterias, mohos y levaduras.
Inhiben las alteraciones biológicas que pueden causar el deterioro y la descomposición del producto.
Los antioxidantes, en cambio, protegen los alimentos contra la oxidación de grasas y aceites, un proceso que puede llevar al enranciamiento.
Previenen las alteraciones químicas causadas por la exposición al oxígeno, la luz y el calor, manteniendo así la calidad y el sabor del producto.
Ambos aditivos tienen más protagonismo en cierto tipo de productos:
Se suelen usar en productos que contienen agua, ya que este medio es propicio para el desarrollo de microorganismos. Ejemplos típicos incluyen carnes procesadas, productos lácteos, bebidas y productos horneados.
Tienen mucha presencia en productos que contienen grasas, ya que estas son susceptibles a la oxidación. Los aceites, margarinas, snacks y productos de panadería son algunos de los alimentos donde se añaden antioxidantes para evitar que se pongan rancios.
Es fácil distinguir conservantes de antioxidantes si te fijas en el etiquetado de los productos:
En la Unión Europea, los conservantes están clasificados bajo los números E-200 a E-299.
Los antioxidantes están etiquetados con los números E-300 a E-399.
La preocupación sobre el uso de ciertos aditivos es más que obvia por parte de los consumidores. Aunque en Vadefood vendemos productos que persiguen la máxima seguridad alimentaria, veamos cuál es el contexto:
Aunque son necesarios para prevenir enfermedades transmitidas por alimentos, algunos conservantes, como los nitratos y nitritos, han sido objeto de preocupación debido a posibles efectos negativos en la salud si se consumen en exceso.
Muchos antioxidantes, como el ácido ascórbico (vitamina C) y los tocoferoles (vitamina E), protegen los alimentos y además ofrecen beneficios para la salud humana, combatiendo el estrés oxidativo y reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas.
Sea cual sea el aditivo que añadas a tu fórmula, los antioxidantes parecen ser más seguros, aunque el uso moderado de conservantes también puede ser recomendable según el caso, como sabes.
¿Quieres más ejemplos de conservantes y antioxidantes, y ver para qué sirven principalmente? Aunque cada producto puede tener múltiples usos, aquí tienes un ejemplo de cada:
Cada tipo de aditivo aporta algo diferente a la comida:
Mantienen la calidad sensorial de los alimentos al evitar su deterioro microbiológico, lo que conserva el sabor, la textura y el olor durante más tiempo. Recordemos que esto es eficaz en productos que contienen agua.
Preservan las propiedades sensoriales al evitar la oxidación de las grasas, lo que ayuda a mantener el sabor y la textura originales del producto. Recordemos que esto funciona sobre todo con productos que contienen grasas.
Como has visto al profundizar sobre las diferencias entre conservantes y antioxidantes, tanto conservantes como antioxidantes resultan añadidos que pueden aportar en cualquier formulación. No es cuestión de decidirse entre uno u otro, sino en emplearlos según la necesidad que tengas en cada preparación.
En Vadefood te ofrecemos estos y muchos más recursos para que consigas grandes resultados en la fabricación de alimentos. Contáctanos si te queda cualquier duda sobre nuestros productos.