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Tipos de edulcorantes y sus usos

Tipos de edulcorantes y sus usos

¿Quieres conocer todos los tipos de edulcorantes para saber cuál podría ser mejor usar en tus formulaciones y preparaciones? No te preocupes, que en Vadefood te tenemos cubierto. Hoy te contamos todos los detalles sobre este aditivo.

¿Qué son los edulcorantes?

Como seguramente sabrás, los edulcorantes son aquellos aditivos alimentarios que se añaden a una fórmula para endulzar alimentos y bebidas, normalmente como alternativas al azúcar común, que se suele usar normalmente.

Pueden ser tanto de origen natural como artificial. Lo interesante es que suelen tener una capacidad endulzante mayor que la del azúcar, de modo que basta usar muy pocas cantidades para lograr el efecto deseado.

Por tanto, se añaden a alimentos y bebidas para darles un toque dulce sin incrementar tanto las calorías.

Además de aportar dulzor, algunos edulcorantes pueden mejorar la textura de los productos o incluso sustituir a las grasas en ciertas formulaciones. Esto los hace muy útiles en alimentos dirigidos a personas con necesidades específicas, como diabéticos o los que siguen dietas bajas en calorías.

Se usan tanto en productos elaborados en fábrica como en preparaciones caseras, para mantener el dulzor y, a la vez, reducir la ingesta de azúcar. Este doble beneficio se traduce en productos más ligeros y, en muchos casos, en una menor incidencia de problemas dentales, ya que no promueven la formación de caries.

En conclusión, nosotros creemos que apostar por añadir edulcorantes (como los que tenemos en nuestra tienda) en tu formulación puede ser todo un acierto, y hasta una ventaja de cara a la venta, al poder comercializar un alimento como dietético.

Ahora bien, antes de seguir, queremos dejar muy claro un concepto.

¿Los edulcorantes pueden ser "sanos"?

Existe mucha confusión en torno a la idea de que algunos edulcorantes son más saludables que otros. La realidad es que, en esencia, un edulcorante es simplemente cualquier sustancia que endulza, ya sea que provenga de la naturaleza o se fabrique en laboratorio. Por eso, resulta poco útil clasificar estos compuestos como “saludables” o “nocivos” de manera general.

Como suele pasar en la alimentación, es un tema más complejo. El impacto en la salud no depende de su origen, sino de la cantidad que se consume y del contexto global de la dieta.

Por ejemplo, el azúcar tradicional y la miel tienen el mismo efecto en el organismo si se ingieren en exceso, a pesar de que la miel contiene otros compuestos que algunos consideran beneficiosos.

Así que, en vez de verlos como buenos o malos, es mejor centrarse en cómo se utilizan en las formulaciones y en las necesidades específicas del consumidor.

En Vadefood sabemos lo importante que es escoger el edulcorante adecuado para cada producto. Por eso mismo, ahora te vamos a hablar de los diferentes tipos que hay, y te mostraremos ejemplos.

¿Qué tipos de edulcorantes hay?

Para elegir el edulcorante ideal en tus formulaciones, es útil clasificarlos desde dos ángulos: su aporte energético y su origen. Así podrás determinar cuál se adapta mejor a las necesidades de cada producto.

Según el aporte energético

Dependiendo de cómo quieras comercializar tu producto, te interesará uno u otro tipo:

  • Edulcorantes calóricos: Aportan energía a la fórmula. Ejemplos clásicos son los azúcares, como la dextrosa o la sacarosa. Son ideales en aplicaciones donde necesitas un extra energético o cuando se requiere un proceso fermentativo.

  • Edulcorantes no calóricos o acalóricos: Endulzan con cantidades muy pequeñas y aportan pocas o ninguna caloría. Son muy útiles en productos dietéticos o para personas que deben cuidar la ingesta calórica, como es el caso del sorbitol, en sus diferentes formas.

Según el origen

No es que unos sean más sanos que otros, pero los edulcorantes pueden venir de estos dos orígenes:

  • Naturales: Estos edulcorantes provienen directamente de alimentos o de fuentes vegetales. La inulina y los oligosacáridos son ejemplos que, además de endulzar, aportan fibra y mejoran la textura de tus productos, lo que puede ser muy atractivo en una formulación del tipo "clean label".

  • Artificiales: Se obtienen mediante procesos químicos en laboratorio y tienen un poder endulzante muy superior al del azúcar. Aquí entran los edulcorantes como el aspartamo, la sucralosa, la sacarina o el acesulfamo-K. Aunque aportan casi cero calorías, su origen sintético puede generar cierto escepticismo en el consumidor.

Nosotros hemos decidido apostar por los endulzantes solo de origen natural, ya que son los que más confianza generan en el consumidor hoy en día.

Eso sí, con nuestra variedad, tú tienes la posibilidad de diseñar productos con perfiles diferenciados, ya sea para resaltar el aporte energético, reducir las calorías o mantener una imagen clean label.

¿Cuál edulcorante debes de usar?

La elección del edulcorante ideal depende del tipo de producto que quieras elaborar y de lo que necesites conseguir:

  • Bebidas: Aquí la solubilidad y estabilidad son esenciales. Si tú necesitas reducir las calorías sin renunciar al dulzor, el sorbitol líquido es una opción perfecta. Su comportamiento en solución lo hace ideal para refrescos y bebidas sin azúcar.

  • Lácteos: En productos como yogures o batidos, donde la textura y el sabor son clave, puedes apostar por la dextrosa. Este edulcorante aporta dulzor y energía, al ser un endulzante calórico. Contribuye, además, a mantener la consistencia y el perfil cremoso que se busca en estos productos.

  • Snacks y productos dietéticos: Si tu objetivo es reducir la carga calórica sin perder el sabor dulce, los edulcorantes no calóricos son la solución. Los oligosacáridos y la inulina permiten reformular tus productos para que sean atractivos para consumidores que cuidan su ingesta de azúcar. Además, estos ingredientes ayudan a mejorar la textura y a aportar fibra, aspectos cada vez más valorados en el mercado.

Por supuesto, hay muchos más casos que podríamos discutir y ampliar aquí, como es el de los edulcorantes usados en repostería. Sin embargo, lo esencial que debes tener claro en cualquier caso es que cada edulcorante se comporta de forma distinta según las condiciones de procesamiento.

La solubilidad, la resistencia a la temperatura y su interacción con otros ingredientes son factores que tú debes evaluar en función de la aplicación. Por ello, es fundamental hacer pruebas de formulación para ajustar las cantidades y conseguir el producto final que responda a tus necesidades y a las del consumidor.

¿Quieres probar los mejores edulcorantes del mercado y conseguir buenos resultados? Pues no te lo pienses más: visita nuestro catálogo de opciones y encuentra el ingrediente ideal para tu próximo producto. Contáctanos si no tienes claro qué elegir (aunque te recomendamos experimentar). 

 

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